
"Tras el orgasmo, las mujeres nos relajamos más lentamente que los hombres, la sangre tarda más en volver a su sitio y por ello estamos más receptivas para el siguiente round.
El punto anterior se traduce en que nosotras no tenemos erección que perder. Por supuesto, para que esto ocurra, primero hay que querer, y segundo, tener una buena estimulación. Una buena estimulación va a depender de lo que a ti te guste, no es que existan trucos mágicos para esto. Y… ¿qué es lo que a ti te gusta? Pues solo tú puedes descubrirlo en base a tu conocimiento propio y experiencia. Es imposible que tu pareja lo sepa por ti, pues los dotes de adivinación no vienen incluidos en nuestro ADN".
- Nayara Malnero